lunes, 19 de julio de 2010

Eso



Estaba frente a mí. Me sacudió el verlo, que era eso?. Sentí curiosidad, me acerqué…

Era pequeño, a lo sumo de diez centímetros de alto. Tres formas blanquecinas conformaban su cuerpo. La de mayor grosor, tenía terminaciones acorazonadas, que se extendían hacia una supuesta parte posterior. Oblicuamente, en la superficie lisa superior se levantaba, como un muro de menor a mayor, una especie de cresta que se erguía como un centinela lúgubre, expectante. Me animé a tocarlo, era una piel muy suave , blanca y delicada. Su lado interno se continuaba con otra masa lateral, más fina y alta. Estático y firme, le sobresalía un pico de forma roma semejante a una aguja gruesa que se hundía sobre la base de su cuerpo. Cuerpo que parecía flotar sin apoyo sobre la tierra, la cara interna estaba unida a un pié visible muy fuerte, que lo sostenía a pesar de su peso. Pié extraño, no humano, desde atrás iba de mayor a menor y su forma era totalmente irregular, áspera. La masa confusa del cuerpo aumentaba por las sombras que lo envolvía… Sólo un hueco parecido a un túnel lo cruzaba y de su parte posterior penetraba una tenue luz.

Me alejé un poco y volví mi mirada a esa cosa enigmática, de apariencia blanquecina y deforme, pequeña y grandiosa al mismo tiempo, eso que parecía indicar que estaba más allá de la lógica humana.

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