Esa diáfana mañana se levantó jovial.
Se afeitó y lubricó su cara con crema perfumada.
Se vistió deportivamente y para darse un toque especial se colocó un gorro de color llamativo.
A pesar de sus años se sentía en plenitud…
El rosedal era un lugar propicio para caminatas y disfrute viendo hermosas y jóvenes mujeres.
Las miraba con deleite y observó que algunas de ellas lo miraban y sonreían.
Estoy en muy buen estado, se dijo, mientras acomodaba su ropa.
De pronto descubrió, con tristeza y pudor,
que no había cerrado la parte delantera
de su pantalón nuevo…
1 comentario:
La encontraste!! estaba segura que la ibas a hallar.
Las líneas tienen mucha alegría y un dejo de tristeza, es decir hay SENTIMIENTOS.
Publicar un comentario