
Pietro esta triste…
El anciano alquimista comienza cada día yendo del dormitorio al laboratorio
y se dice “tengo que lograrlo”.
Probó infinitas aleaciones para poder transmutar los diversos metales
en oro o plata
pero sus esfuerzos fueron vanos.
Soñaba con encontrar la piedra filosofal
ingrediente esencial para lograrlo.
Al final se convenció de que esa mítica piedra no existía.
Pensó en su esposa,a la que él dedicó lo mejor de sí,
quería lograr también
una aleación primordial y duradera
(como el cobre y el estaño)
lo intentó muchas veces, quería lograr la panacea.
Fue inútil, se separaron cuando se dió cuenta
que la piedra filosofal del amor,
no existía para ellos…
Había anochecido...
El alquimista y soñador
sacudió su canosa cabeza,
inspiró profundamente y regresó
a su dormitorio vacío…
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