miércoles, 23 de abril de 2008

Despreciable



Era un hombre regordete, de avanzada calvicie.

Se hacía el tímido pero su mirada era oblicua y aguda.

Siempre hablaba de su obesidad a medias superada
y pregonaba los cincuenta kilos que había bajado.

Su humor era alegre y habitualmente obsceno,
le agradaba que lo demás festejaran sus burdas humoradas.

Un día se presentó muy triste por la muerte de su mascota, un gato.

Dijo que con el tiempo olvidaría y se consolaría con sus otras mascotas.

Al tiempo lo vi llevando un niño de la mano
pero no me vio o no me quiso saludar.

Hoy me enteré que esta preso porque pretendió abusar del menor
y por sus malos hábitos,
lo acusa la Sociedad Protectora
de Animales.

No hay comentarios: