
-Amo la libertad
-exclamé,
mientras un furioso gusano
me devoraba la vida...
se detuvo cuando miré
sus ojos en calma...
El tibio pájaro de mi libertad saltó,
por ella,
del infinito espacio solitario
a la dorada jaula de los sentidos…
-Amo profundamente tu libertad
- me dijo.
Y con sus cálidos brazos
hizo una cárcel,
tan sólo para mí...